En las primeras tres décadas del siglo el comercio exterior boliviano creció y sufrió cambios cualitativos. El valor de las exportaciones –en valores nominales- se incrementó cuatro veces entre el quinquenio 1901-1905 (Bs. 121,5 millones), mientras que las importaciones crecieron casi cuatro veces, de un promedio de Bs. 16,9 millones a Bs. 66,2 millones.
El destino de las exportaciones cambió menos significativamente. A principios de siglo Gran Bretaña era el principal socio comercial de Bolivia (responsable de más del 70% de las exportaciones e importaciones), a fines de los años veinte este porcentaje había caído al 60%. Los Estados Unidos, comenzaba a aparecer como fuente de importaciones y destino de exportaciones. A partir de la Primera Guerra Mundial (1914-19) Gran Bretaña comenzó a perder su supremacía y Estados Unidos a ganar un espacio en el comercio exterior boliviano. En 1930, el 13% de las exportaciones iban a Estados Unidos y el 28% de las importaciones provenían de este país.
Si bien el estaño era el principal producto de exportación, Bolivia también exportaba otros minerales (antimonio, cobre, y plata), así como productos agrícolas (goma, coca y quina). Hasta 1912 la goma todavía representaba entre el 11 y 36% del valor total de las exportaciones. Las importaciones, por otra parte, estaban dominadas por tejidos y alimentos.
El dinamismo del comercio exterior era transmitido a la economía y la sociedad boliviana a través de la minería estannífera, las inversiones extranjeras, el endeudamiento público en el extranjero y las obras de inversión pública, liderizados por los ferrocarriles. Este proceso de modernización también estuvo acompañado por acciones gubernamentales en la educación y el desarrollo de los centros urbanos.
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