El modelo de Iglesia vigente en la época es el de Cristiandad por el cual la Iglesia se identifica con el poder civil y con el Estado estableciendo así su presencia institucional; una teología nutrida del etnocentrismo europeo que afirmaba que solamente existía una cultura posible, una sola religión; una eclesiología que sostenía la imposibilidad de salvación fuera de la Iglesia.
Cabe señalar que pueblo hispánico y Cristianismo casi se identifican y que esta identidad es absoluta ene. Caso del conquistador. A un grupo de misioneros se debe el esfuerzo de distinguir entre identidad hispánica e identidad cristiana. Todo ello muestra el hecho decisivo de que la iglesia vive condicionada por la cultura occidental y por la sociedad colonial al interior de la cual actuaba. La situación descrita se agrava por el hecho de que, desde el siglo VIII, en España se venia luchando contra el Islám y en 1492, el año de la llegada de Colón a la Española, es la toma de Granada. En España existían entonces algo parecido a un Mesianismo en el que se unificaba el desde el destino de Nación y de Iglesia.
Desde fines de la Edad Media, el Papa reconoce primero a la monarquía de Portugal y luego la de España. En 1486, otorga la posesión de las tierras y el Jus Patronatos y, en contraparte delega en estas naciones el deber de propagar la fe entre los pueblos descubiertos. Es la primera vez en la historia en que se otorga una nación el doble poder; de colonizar y misionar. Se mezcla así lo temporal y lo sobrenatural, lo político y lo eclesial. Esta nueva situación genera una teocracia expansiva y militar. El Patronato Real sobre la Iglesia de Granada, reconquistada en 1492 es, gracias a dos Bulas otorgadas por el Papa. Los reyes se reservaban el derecho a presentar los obispos e intervenían en los beneficios y diezmos de la iglesia. Las Bulas que el Papa otorga a los reyes católicos par las nuevas tierras descubiertas están basadas ene. Mismo principio. Fernando de Aragón, consiguió, además de otros beneficios. Presentación de los obispos, fundación de las Diócesis, fijación de sus límites, envió de religiosos y posesión de parte de los diezmos de todas las iglesias.
Del patronato derivó el Supremo Consejo de Indias que funcionó desde 1524 y tuvo plena autoridad en todos los asuntos de la Corona: religiosos, administrativos, políticos y guerreros; consecuentemente, la iglesia americana no gozaba de autonomía. No podía ni siquiera comunicarse con Roma o con otra Iglesia europea. El Concejo podí0a enviar misioneros religiosos sin siquiera contar con la autorización de sus superiores. En América los representantes del Patronato eran los Virreyes, los Gobernadores y la Audiencia.
La convicción de que la salvación solo podía se lograda “haciendo entrar” a los nativos a la Iglesia llevó a una cristianización rápida, masiva, a veces basada en el temor y la imposición. Pero es necesario reconocer que el esfuerzo misionero por trasmitir la fe a la población indígena, trajo consigo frutos valiosos: el empleo de la música, imágenes, teatro, por una parte, y el estudio y uso de lenguas nativas (Diccionarios, Gramáticas, Catecismo) por la otra.
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