Attach:empresaminera.jpg Δ Fotografía de principios de siglo de Quechisla. Sede administrativa de la empresa Minera Aramayo .
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Bolivia era una nación sin deuda externa antes de 1908. Entre 1909 y 1930, el gobierno se prestó más de $us 80,4 millones. Más del 80% de esta deuda fue contraída en los años veinte, la deuda pública total se triplicó en este período y los préstamos externos reemplazaron a los internos.
Se ha estimado que de 1909 a 1930, aproximadamente el 40%, y aun más, de los recurso netos se utilizaron APRA la contracción de ferrovías; 16% fueron a “propósito generales del estado” -que incluían todo, desde el contrato Vickers por armamento hasta el déficit fiscal y los pagos a los préstamo públicos-; 8% a los servicios públicos; 5% a “finanzas” – para establecer el Banco de la Nación en 1911, que se convirtió en el Banco Central en 1929-; y el resto, aproximadamente 30%, se utilizó en el refinanciamiento de la deuda interna. Por ello, la construcción de ferrocarriles (40%) y refinanciamiento de la deuda interna (30%) fueron el principal uso que se dio a la deuda externa de Bolivia de 1900 a 1930.
Con excepción de dos empréstitos obtenidos en Francia en 1910 y 1913, todos los demás créditos fueron de empresas o bancos norteamericanos. A mediados de los años veinte había en EE.UU. Un clima favorable a los préstamos para Latinoamérica, y el gobierno boliviano aprovecho la coyuntura. Los banqueros estadounidenses emitieron dos préstamos adicionales al empréstito “Nicolaus”. En 1927 la Dillon, Read &Co. Otorgó un préstamo por $us 14 millones; y un segundo préstamo un año después por $us 23 millones. Estos fueron los últimos créditos de importancia logrados por Bolivia antes de entrar en moratoria en 1913 y regresar a los mercados financieros internacionales recién a mediados de los cuarenta.
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