Attach:fernandezalonso.jpg Δ Severo Fernández Alonso fue el último presidnete del siglo XIX. Participó en la Guerra Federal como Comandante del Ejército Constitucional del sur.
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La Convención de 1880 sirvió escenario a las principales propuestas legislativas que, en el ámbito económico, político y social, fueron el fundamento del andamiaje liberal. La convención abrió un espacio a los sectores representativos que percibieron la urgencia de repensar un modelo político apropiado a la coyuntura. Fueron los intelectuales de la época y los empresarios ligados a la minería de la plata los impulsores de los planteamientos políticos discutidos en la Convención. De su seno surgieron los primeros partidos con doctrina y programas como el Partido Liberal (1884). El Partido Constitucionalista reunió, en cambio, a los conservadores. Este último contaba entre sus adeptos a mineros acaudalados, como Félix Avelino Aramayo, Manuel Argandeña, Pastor Sainz y Severo Fernández Alonso, y a intelectuales como Mariano Baptista Caserta.
La Convención aprobó un conjunto de leyes y decretos relativos a la distribución de tierras comunarias, un nuevo código de minería y una reforma fiscal y tributaria; reformas a la educación, una legislación para el desarrollo industrial y servicio de salud, así como reformas al ejercito. Este cuerpo de leyes respaldaba al sistema civilista y unitario, alentaba la iniciativa privada y el desarrollo empresarial. Asimismo se planteo una redistribución que favoreciera la expansión de la hacienda y se intento estimular el desarrollo de la industria.
En esta fase se produjo una renovación del pensamiento y, sobre todo, un mayor interés por la cultura y el arte provenientes de Europa. Florecieron las letras y hubo aportes importantes en la arquitectura, reflejo de una pujanza económica generada por la plata, principal rubro exportador de Bolivia. La “Generación de los ochenta” tuvo importantes representaciones entre los que citamos a Gabriel René Moreno, Alcides Arguedas y Ricardo Jaimes Freire. El exponente paradigmático del entroque conservador – liberal fue sin duda el presidente Aniceto Arce (1888-1892), quien tuvo una relevante actuación como empresario minero y como político. Puede ser considerado un “liberal” por su visión económica y su espíritu modernizador; propuso al país superar el escollo que significo la guerra, mediante el tendido de ferrocarriles que lo vincularan con el Pacífico, y de ese modo abaratar los costos de las exportaciones de materias primas.
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