(:table align=center width='100%' cellpadding=20px:)
(:cellnr width='20%':)
Attach:cheprisionero.jpg Δ
El Ché Guevara tomado prisionero pocas horas antes de ser ejecutado. Fotografía tomada por un agente de la CIA y recién publicada en 1989.
Attach:cadaverche.jpg Δ
El cadaver del Ché. Una fotografía que ha recorrido el mundo entero desde que se publicó por primera vez en 1987.
(:cell:)
Los enlaces cubanos, que actuaban con un pequeño grupo de reclutas bolivianos provenientes del Partido Comunista de Bolivia (PCB), le habían presentado al Che tres opciones: el alto Beni, vinculado con la frontera peruana, el Chapare en el corazón del país y una zona casi despoblada y de vegetación abrupta a orillas del río Ñancahuazú, afluente del río Grande, en el sudeste boliviano. Al parecer el Che elige Ñancahuazú por su vinculación con Argentina, donde soñaba regresar. El foco guerrillero tenía una indudable proyección continental, debería abarcar a todos los pises de la región. El che estaba convencido que la consigna del momento era crear frentes similares al de Vietnam, para generalizar la guerra revolucionaria contra el poder imperialista de los Estados Unidos.
“Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante; vuelvo al camino con la adarga al brazo…puede ser que esta sea la definitiva…” les escribió a sus padres, equiparándose al Quijote de la Mancha
Con un pasaporte uruguayo a nombre de Adolfo Mena Gonzáles arribo a La Paz el 3 de noviembre de 1966 y, tras contactarse con los enlaces cubanos, a los cuatro días estaba ya en Ñancahuazú, su primera base de operaciones. El pequeño ejército guerrillero, en su momento culminante, estaba compuesto por 29 bolivianos; 16voluntarios cubanos, tres peruanos y la argentino-germana Tamara Bunke (Tania). En situación dudosa de combatientes se hallaban, el artista argentino Ciro Roberto Bustos y el intelectual francés Regis Debray.
El 23 de marzo de 1967 estallo prematuramente el conflicto armado, debido a tres factores convergente; indiscreciones propias, delación de algunos desertores y deducciones de los servicios de inteligencia. Las fuerzas guerrilleras estaban aun en proceso de preparación. Poco después, en el afán de acercarse a Debray y Bustos a la población de Muyupampa para que abandonaran la guerrilla, imprevistamente, e desconecto la retaguardia dirigida por Joaquín (comandante cubano Juan Vitalio Acuña Núñez) y ambos grupos peregrinaron los meses siguiente sin poder encontrarse, hasta que a fines de agosto la fracción de Joaquín fue exterminada en Vado del Yeso.
Entre marzo y octubre, la mayor parte de las acciones resultaron favorables a la guerrilla en total hizo 49 bajas a las tropas regulares y 4 guías civiles del ejercito. Un número similar de heridos, numerosos prisioneros y captura de armas y vituallas. Además, la espectacular toma de la población de Samaipata, sobre la carretera Cochabamba-Santa Cruz, el 6 de julio, de gran efecto propagandístico pero de pocos resultados para revertir la situación cada vez mas debilitada de la guerrilla.
A comienzos de octubre, vivía ya una situación desesperada: sus bajas eran menores que las de las fuerzas regulare s pero no existía ninguna reposición, no tenia contacto con el exterior, la actitud de la población local era de temor o de hostilidad y no se habían producido incorporaciones, ni de campesinos ni de combatientes de la ciudad y si mas bien se presentaron algunas deserciones. Tenía varios enfermos graves y heridos, el terreno era muy poco propicio para su accionar. Sus depósitos de armas, alimentos y medicinas habían sido descubiertos. La guerrilla del Che estaba aislada, no tenían vínculos efectivos ni con los partidos de la izquierda marxista, ni con los sectores sociales potencialmente aliados, como los mineros, que ese mismo año sufrieron un duro embate represivo en lo que paso a denominarse “La masacre de San Juan”(24 de junio). Para colmo de males, el che estaba siendo afecta por violentos ataques de asma, enfermedad que lo acompaño desde su niñez.
En esta etapa final, estaba en una especie de gran cerco. La 8va División comandada por el coronel Joaquín Zenteno Anaya le pisaba los talones y le impedía su acceso hacia le norte a través del cruce de la mencionada carretera. La 4ta División del coronel Luís Reque Terán, le empujaba al norte y le cortaba su repliegue al Sur.
En esas condiciones, y con solo los 17 hombres que le quedaba, el Che fue cercado y obligado a dar batalla en la quebrada de El Churo (también llamada)
(:tableend:)