Así se ha denominado al periodo abierto por Antonio Eguino con el estreno de “Pueblo Chico” en 1974. Sin embargo, más allá de este marbete pesimista, se trato del esfuerzo más importante del cine boliviano por ganar sus propias pantallas.
Eguino había debutado en el grupo Ukamau como director de fotografía, con “Yawar Mallku”. Se estreno como director con el cortometraje “Basta” sobre la nacionalización del petróleo, y tras el exilio de Sanjinés decidió mantener junto con Oscar Soria, el grupo “Ukamau” en Bolivia.
“Chuquiago” realizada en 1977, es sin duda su obra más importante. A través de cuatro historias logra un retrato de la ciudad de La Paz pleno de ternura. La película no solo fue un éxito desde el punto de vista artístico, sino que se convirtió en el mayor suceso de taquilla de la historia del cine boliviano.
Finalmente en 1984, Eguino filma “Amargo Mar” posiblemente el film boliviano más ambicioso de esta etapa. Allí el cineasta, revisa las versiones oficiales sobre la guerra del Pacifico, generando una aguda polémica respecto a uno de los hechos fundamentales de nuestra historia.
En 1980 dentro del grupo “Ukamau” afincado en Bolivia, debuta el cineasta italiano Paolo Agazzi con cortometraje “Hilario Condori Campesino”. En 1982 rodara “Mi Socio” y en1985 “Los Hermanos Cartagena”. El aporte de Agazzi es importante en cuanto “descentraliza” el cine boliviano, trasladándolo fuera del mundo andino, al mismo tiempo incursiona en géneros poco transitados por nuestro cine, especialmente la comedia costumbrista de su primer largometraje.
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