Durante los mismos años se produjo igualmente una modificación importante en la composición de las clases sociales incluida una significativa ampliación y densificación de los sectores empresariales motivada por la aparición de nuevos y dinámicos sectores (el agro-industrial cruceño por ejemplo), y el fortalecimiento de otros (la minería mediana y la bancaria). Los empresarios que habían mantenido un relativo aislamiento entre si y a los cuales no se les reconocía, dado el estatismo prevaleciente, un rol determinante en la conducción económica, comenzaron, en los años 70 a unirse hasta formar un cuerpo relativamente compacto y monopólico. Así mismo, apoyados por una política estatal de desconcentración económica –la ya aludida “marcha al Oriente”-, pudieron extender su esfera de actividades hacia Santa Cruz lo que les dio una amplitud territorial en escala nacional que no poseían antes de 1952. Fortificados económicamente los empresarios lograron igualmente dotarse de partidos políticos capaces de representarlos directamente durante la fase de transición democrática (1978-1982) y la propia democratización (octubre de 1982 en adelante).