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Llegaron también hasta Charcas esclavos negros. Buenos Aires fue el camino mas utilizado para introducirlos hasta Potosí con la esperanza que trabajaran en las minas, sin embargo, esa población africana poco resistió el clima, la altura y el esfuerzo físico. Para salvar sus inversiones, ya que los esclavos eran comprados por sumas importantes dependiendo de la edad, el estado de salud y habilidades u oficios, los trasladaron a lugares más benignos como Yungas, o los convirtieron en sirvientes domésticos o en artesanos urbanos. La posesión de esclavos era un símbolo de prestigio social y poder económico, por lo que españoles, caciques y algunos mestizos exitosos se afanaban en adquirirlos. La esclavitud continúo en vigencia hasta bien entrado el siglo XIX republicano, y se abolió solo en 1845 durante el gobierno de Belzu.
Entre las otras causas que provocaron la disminución de la población en general y la indígena en particular fueron continuas epidemias de viruela, sarampión, tifus y fiebre bubónica que en 1619, 1628, 1635 y 1651 golpearon en continuación la zona de Charcas. Quizás la mas grave fue la de 1719, cuando la viruela ataco extensas zonas de los andes en el campo y las ciudades. Las enfermedades europeas contra las cuales los nativos no tenían defensas naturales parece ser el responsable principal de las pérdidas humanas, junto con el desajuste socio-económico y cultural de la etapa que incremento la susceptibilidad de los indios, les resto fuerza física y entusiasmo por la vida.
A lo anterior se suman las periódicas plagas que atacan las plantaciones, ocasionando verdaderos descalabros en la economía campesina, en gran medida de autoconsumo. Las pestes, plagas de langosta y gusano que atacaron el sur del país el año 1613, destruyeron sembradíos y ganados, dejando la región en una desolada situación con el comercio casi paralizado.
El alcohol, es otro de los elementos que afectaron la población. Los virreyes se lamentaban por el excesivo consumo y se dictaron ordenanzas para controlar la masiva producción de chicha de maíz. Sin embargo, parece que el argumento estuviera confeccionado por las normas moralistas de la religión católica. Si el exceso realmente se convirtió en un mal social, ¿no respondería el fenómeno más bien a un vacío cultural o a un sentimiento de erradicación de la masa indígena?
En este escenario y con estos actores se desarrollo la sociedad colonial por tres siglos. En ellos se forjo un modo de ser peculiar que hoy en día se ha llamado la Identidad Latinoamericana.
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