Attach:ahumboldt.jpg Δ Alejandro de Humboldt (1769-1859),geográfico y naturalista autor de: Viaje a las regiones Equinocciales del Nuevo Continente, Cuadros de la Naturaleza, Viajes Asiáticos y Cosmos o Descripción Fisica del Mundo.
Attach:Josempando.jpg Δ José Manuel Pando, tiene el mérito de haber sido explorador antes de llegar a la presidencia de la república y después de dejarla.
Attach:Joséapalacios.jpg Δ José Agustín Palacios (1802-1875)El artífice del Mapa "Colton", después de recorrer casi todo el territorio boliviano.
Attach:gnralfedericokramer.jpg Δ General Federico Román (1875-1943). y Pedro Kramer (1869-1899)Exploradores y combatientes en el Noroeste.
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José Roberto Arze
Bibliógrafo y ensayista. Docente de la Umsa. Autor de diccionario Biográfico Boliviano
Se puede dividir la historia de las exploraciones geográficas de Bolivia, como la de América Latina, en dos fases, cuyo límite está en el momento mismo de la independencia.
En la primera fase, la conquista española determina el carácter mismo de la primera centuria de la época colonial. Los conquistadores son quienes efectuarán, en gran medida, las exploraciones y descubrimientos. Es la época de Colón, Américo Vespucio, Magallanes, etc. En lo que se refiere a Bolivia, esta época comenzaría, según algunos, con la legendaria incursión de Alejo García por la parte oriental sobre nuestro territorio. El suceso ha sido puesto en duda y, con más cautela, habría que atribuir el papel pionero a los conquistadores del Perú (Almagro y Pizarro) y sus acompañantes. Por la parte oriental, es incuestionable la significación de Ñuflo de Chávez.
Los descubridores, conquistadores y colonizadores (tanto civiles, militares, como eclesiásticos) han dejado testimonios, a los largo de la tricentenaria historia colonial, de sus hallazgos y experiencias. Sin embargo, aparte de las grandes crónicas de historias de la conquista, la documentación detallada sólo se publicó parcialmente y la mayor parte se mantuvo en secreto, quizá por razones estratégicas militares o económicas.
Esto ha llevado a algunos historiadores modernos a la convicción de que en aquella época, el conocimiento geógrafo de América era rudimentario, incompleto o parcial.
Casi al final de la colonia, se produjo una segunda ola de exploraciones, cuyos resultados justificaron el epíteto de “Redescubridores de América” a sus protagonistas. Humbolt, la Condaminne y otros, bajo el amparo de la relativa apertura otorgada por España, realizaron nuevas expediciones y esta vez sí publicaron los informes de sus viajes; en obras que han venido a constituirse en monumentos de la literatura geográfica americanista.
La fase posterior a la guerra de la independencia se caracteriza, en este ámbito, por un impulso inicial extraordinario dado por los nuevos gobiernos al conocimiento geográfico.
Como una forma de compensar la pobreza de recursos materiales y humanos para emprender tareas de tan grande magnitud.
En relación con Bolivia, el siglo XIX es particularmente valioso por las expediciones geográficas y científicas que se realizaron. La primera y la mas importante de todas por la riqueza de sus resultados, fue la Alcide Dessalines d’Orbigny, quien viajo por Bolivia entre 1826 y1833 y publico su extensa narración en 9 volúmenes entre 1835 y 1847. Su “descubrimiento de Bolivia” asume carácter trascendental por la multitud de facetas que comprenden sus observaciones: fisiografía, etnología, flora, fauna, antropología, etc. Su importancia es tan grande, que algunos historiadores de las ideas en Bolivia ubican la obra de d’Orbigny como punto de arranque de la sociología boliviana contemporánea.
A menudo, en aquellos tiempos como en posteriores, la labor exploratoria ha estado también ligada a los desplazamientos militares. No pocos oficiales y jefes del ejército boliviano has inscrito sus nombres en la historia de las exploraciones geográficas con suficiente derecho. Pueden señalarse, entre otros, los nombres de Juan Ondarza y Juan Mariano Mujía, Manuel Rodríguez Magariños, etc., hasta llegar, a fines del siglo XIX, a las figuras eminentes del coronel Lucio Pérez Velasco y el general Juan Manuel Pando. Magariños, oriundo del Uruguay, fue una especie de pionero. Ondarza y Mujía son particularmente conocidos por sus viajes a “lo largo y lo ancho” del país en las décadas del 40 y 50 del siglo XIX, para producir el Mapa de Bolivia (Mapa Colton).
Pando, en las épocas difíciles de “opositor”, siendo víctima de confinamientos y persecuciones, antes que desgastar sus energías en conspiraciones y contubernios políticos, prefirió “descubrir” las regiones del Noreste y en ello invirtió casi un año (1894). Algo parecido hizo Lucio Pérez Velasco, rival “geográfico” y político del Gral. Pando.
Especie de émulos de los militares, en cuestión de vocación exploradora, son los eclesiásticos, especialmente los destinados a la labor misionera. No es de extrañar, por tanto, que entre ellos figuren no pocos nombres importantes y, en especial, el de Nicolás Armentia (década de 1880), o posteriormente, los de D. Gianecchiniy B. Nino.
Por la parte civil, suelen destacarse, entre otros, las figuras de Antonio Vaca Díez y Miguel Suárez Arana. Vaca Díez es personalidad central en esta materia, se sabe que llego a construir una gran fortuna, la que oriento al estimulo de las exploraciones y de la colonización del oriente y el norte de Bolivia. Su trágica muerte al naufragar en una de sus más importantes expediciones, lo exalta al mismo tiempo como símbolo de la labor pionera y del signo de la frustración, que son rasgos que parecen acompañar a muchos ámbitos de la historia nacional. Más de un explorador extranjero recibió apoyo moral y material de Vaca Díez: entre los beneficiarios de este apoyo esta Edwin Heath. Mezcla de científico y aventurero que, de “buscador de oro”, devino en uno de los conocedores y divulgadores principales de la geografía boliviana. La labor de estos hombres cubre casi todo el cuarto final del siglo XIX. Esta intensa labor es coincidente con el surgimiento de las Sociedades Geográficas en casi todos los departamentos de Bolivia, al impulso. Según se sabe, de las similares de Gran Bretaña y los Estados Unidos.
Un aspecto que merece atenciones el de las exploraciones científicas naturalistas y particularmente botánicas. Varias de estas han permanecido prácticamente ignoradas por los lectores bolivianos, junto con los nombres de sus protagonistas. Sin embargo, su importancia es trascendente. Tales exploraciones contribuyeron a un conocimiento más profundo y científico de la flora boliviana y su clasificación. Martín Cárdenas, que siguió con detalle e inclusive acompaño alguna de estas experiencias, ha dejado un conjunto de siluetas entre las que se destacan los nombres de H. H. Rusby, Th. Herzog, E. Asplund y otros, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX.
No faltaron exploraciones motivadas por otro tipo de intereses menos generosos: descubrir o recoger muestras de especies para transplantarlas a otras regiones del globo, fue el resultado de la labor de algunas figuras provenientes de Gran Bretaña, entre las que Sir Clemens R. Markhan jugó papel algo ingrato para los bolivianos.
La lista de exploradores y descubridores de Bolivia es nutrida y no se detiene al llegar al siglo XX, sino que prosigue con nombres como los del aventurero Fawcett, el arqueólogo Nordenskiold y, principalmente, el colonizador Federico Román (héroe del Acre y del Chaco).
Cada avance en la ingeniería del trasporte y las comunicaciones ha estado igualmente correlacionado con ciertas particularidades de la indagación geográfica. A la construcción de ferrocarriles están ligados nombres como el de Grether (en el frustrado proyecto de FF:CC. Cochabamba – Santa Cruz) y al desarrollo de la aviación, el de Jorge Jordán, entre otros.
Finalmente, la exploración desde el espacio abre nuevas rutas del conocimiento de nuestro país.
Dadas las dificultades de sintetizar en pocas líneas la riqueza de detalles de estos personajes de nuestra historia, cerramos este artículo, recogiendo de una obra mayor y sin ánimo exhaustivo, una lista orgánica de quienes, en los siglos XIX y XX figuran como exploradores de Bolivia:
A.D. d’Orbigny, M.L.Oliden, M.R. Magariños, F.P. Castelnau, E. var Nivel, A. Rivas, S. Cainzo, R. Estenssoro, M. Suárez Arana, J. A. Rojas, J. Creveaux. D. Campos, J.R. Cardús, D. Giannechini, L.Balzán, A. Thouar, Z, Calvimontes, H.Bolland, L. Trigo, P. H. Fawcett, Th. Herzog, B. Nino, E. Asplund, E. Alcoreza, V. Ustáriz, J. Jordán, etc.
A. D. d’Orbigny, J.M. Carrasco, J.A. Palacios, J. Buza, L. Gibbon, F. Maldonado, A. R. de Pereira Labre, I. Aguirre, J. A. Gálvez, W. Chandless, L. Pérez Velasco, G. E. Church, E. R. Heath, N. Armentia, M. Henicke, H. H. Busby, C. Bravo, E. Diáguez, V. Mercier, R. Mendoza, J.M. Conway, J. M. Foster, J. M. Pando, C. Bayo, W.M. Conway, J.W. Evans, P. H. Fawcett, F. Román, W. Hanke, etc.
A. D. d’Orbigny, J. B. Loza, J. Ondarza, C. R. Markhan, D. Forbes, A. Bresson, J. Orton, Ch. Wiener, A.F. Wendt, G. Stermann, L. Balzán, A. Hethner, C. Bayo. W. M. Conway, Créqui-Montfort, baron de Nordenskiold, H. Hoek, A. Dereims, Th. Herzog, I. Bowman, E. Asplund, H. Grether, etc.
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