Fiesta del Carnaval del Pujllay en Tarabuco Chuquisaca
El carnaval de Tarabuco, conocido también como el Pujllay Yampara, conserva casi sin cambios su esencia folklórica expresada en su pesado danzar, su música de tono melancólico y monótono, y el cantar solitario del campesino que trata de expresar su amor a una moza.
El Pujllay rememora asi mismo a las pandillas o “ruedas” de campesinos y mestizos de Chuquisaca, que recorren los poblados a pie o a caballo visitando casas donde hay chicha y pukaras.
En el Pujllay, las pukaras o defensivos preincaicos son convertidos en arcos de plata adornados con banderas blancas, follajes y productos a ser cosechados: choclos, flores, papas, hortalizas, panales de abejas, carnes, bebidas, etc.
El atuendo Pujllay lleva “Gallos” o espuelas, que hacen de instrumentos de percusión y que están calados a las grandes ojotas de los danzarines. Cuanto más alta sea la ojota, más será la destreza del bailarín que las calza.
Las polainas de abundantes colores y figuras cubren sólo el talón hasta la canilla. La almilla es una especie de blusa de paño negro y otro de paño blanco, bastante anchos, de las piernas hasta las canillas.
El talabartero fabrica el cincho o cinturón que claveteado con cientos de ojalillos y cuero repujado con figuras de la zona, sirve de cartera. Del pital penderán decenas de campanillas de bronce atadas con trenzas de caito de colores.
La “sencka” tanch’ana, flauta grande cuyos orificios están muy abajo en relación a la embocadura permite que el músico adopte una única e incómoda pose.
Los campesinos de vestimenta humilde interpretarán la melodía pentatónica del Pujllay, además de los nuevos huayños compuestos.
Entre las grandes fiestas folklóricas de Bolivia, se destaca la llamada hoy "CARNAVAL DE TARABUCO". Tarabuco se sitúa entre las corrugaciones andinas que forman los valles centrales de bolivia, en la provincia Yamparáez del departamento de Chuquisaca.
Festividad del Tata Pukara
No sabemos a ciencia cierta los orígenes de la festividad del Kwichi, dado que carecemos de datos exactos nos limitaremos a la tradición oral y a nuestra observación visual. Con la llegada de los invasores españoles y la imposición a los indígenas del lugar de una nueva religión de cruz y espada, la festividad del Kwichi sufrió el fenómeno de la mezcolanza --si se nos permite el término-- para dar origen a la actual imagen de esta tradición que perdura hasta nuestros días
Esta es denominada actualmente la Festividad del Tata Pukara, es decir traduciendo del quechua, la Fiesta del Señor de la Abundancia o Fortaleza. Esta festividad es realizada durante los meses de febrero o marzo, después de haber terminado las siembras y ya preparándose para las próximas cosechas. Es una festividad de agradecimiento a la Pachamama, la Madre Tierra.
Es necesario aclarar que la festividad es un conjunto global de acontecimientos sociales dentro de la comunidad y no algo así como partes o capitulos diferentes de un libro. Es un acontecimiento social-religioso que alcanza a la generalidad de los habitantes del lugar, quienes participan íntegramente en los preparativos previos. Para estos es la elaboración de la bebida que se usará durante todo el transcurso de la fiesta. Para su elaboración participan bombres, mujeres y niños unos traerán leña de ramas secas, otros agua, otros atizarán el fuego donde se calentarán gigantescos peroles donde se mezclarán los elementos que darán la aqha o chicha de maiz
Las mujeres cocinan la merienda para los trabajadores, frecuentemente la lawa, sopa hecha con harina de maiz o de trigo después de la comida se suele tomar un vaso de tit'i, especie de aloja que se extrae de la chicha
Todo este trabajo es realizado por los comunarios sin que ninguno de ellos reciba ningún tipo de remuneración económica, que sea en dinero u otra forma de pago. Se utiliza una institución tradicional llamada Mink'a, que es un sistema de ayuda reciproca. La mink'a no se practica únicamente para estas festividades, sino también para muchas otras como matrimonios y en general actos comunarios en los cuales sea necesario
Para la festividad del Tata Pukara en la cultura tarabuqueña existe un elemento indispensable, una pieza sagrada, llamada kwichi. Esta tiene ta forma de una cruz pero su origen es anterior a la influencia cristiana
Cuenta la tradición que poseer un kwichi es un designio de Dios. Cuando un caminante encuentra un árbol cuyas ramas tenga la forma de una cruz perfecta, éste se acerca primero para comprobar, y si es así luego se postra de rodillas, se persigna y sube al árbol para tronchar la rama, que será llevada a su casa con cuidado y respeto
En su comunidad esta persona relatará a sus familiares y amigos el designio divino que tuvo y después de algún, tiempo llevará este kwichi al templo o parroquia mas próxima a su comunidad para hacer bendecir el “milagro” y solicitar una misa en honor a su kwichi y en acción de gracia porque su persona ha sido escogida y bendecida por la divinidad
En la parte superior central, donde se unen los dos palos, se encuentra el kwichi adornado con flores y mazorcas de choclo. Durante la fiesta propiamente dicha, al empezar cada danzante saludará con reverencia al Pukara con una señal de la cruz, esto antes de empezar el pujllay o juego, es decir la ronda de baile alrededor del Pukara
La Pukara simboliza la abundancia o la fuerza del que organiza la fiesta o pasante. Cuanto mejor esté adornado el arco, tanto mayor será el prestgio del pasante. La festividad es un servicio para la comunidad, el poder es bien visto si éste está al servicio de los comunarios.
Fiesta de la Virgen de Guadalupe
Fiesta de la Virgen de Guadalupe junto a la fiesta taurina y a los bailes típicos, llenos de sentimiento y colorido, subrayo las manifestaciones de FE grande de estas gentes sencillas.
Fiesta donde abunda la música de diferentes bandas y la chicha, que es la bebida de maíz típica de estas comunidades.
Lo cierto es que el ambiente de fiesta, de alegr ía, de camaradería entre estas buenas gentes es inigualable.
Esta fiesta grande se la festeja en septiembre donde toda la gente acude a visitar a adorar y rendirle gratitud a la virgen llenándola de alegría con sus danzas y juegos tradicionales del lugar.