Las perspectivas de largo plazo nos permiten a menudo una visión nueva del presente, posibilitando, como veremos aquí, percibir a la geografía como algo dinámico y cambiante en cuyo ámbito se desarrollan y pasan los seres humanos.
El trabajo de T. Bouysse (1988) sobre el Lago Titicaca, que combina disciplinas como la geología y la historia, nos muestra al Lago de hace 10.000 años cuya costa se encontraba unos cinco metros por encima de la actual. En el mismo período más al sur existía un extenso lago, llamado Tauca, de unos 43.000 km2 que cubría los lagos Uru- uru y Poopó además de los salares. Es decir, que el periodo previo a Viscachani –que es la cultura lítica más antigua del altiplano boliviano- una gran parte de este estaba cubierto de agua. Huellas de este pasado se encuentran en pequeños detalles tales como antiguos topónimos y relatos míticos.
Luego empieza una fase progresiva de sequía hasta que el lago Tauca quedo seco, así como gran parte del Titicaca. Del lago menor o Wiñay-marca, solamente quedaba con agua la fosa de Chua. El Río Desaguadero también estaba seco. En algunos mitos queda algo de esta antiquísima realidad y se cuenta que el Desaguadero fue “abierto” por Tunupa. O en los mitos de los Urus de Iru-ito se habla de que el lago Titicaca “crecía y desaparecía.
Entre el 2.500 y el 250 A.D.C. comienza nuevamente la subida de las aguas que se endulzan. Este periodo dio a luz dos culturas. Al sur del lago la Chiripa (500 A.D.C -100 D.C.) y al norte la Pucara (1.100 A.D.C.-100 D.C.).
¿El principio del derrumbe de estas culturas, tuvo que ver con la constante subida de las aguas?
¿Los Urus, conocidos como “hombres del agua”, tienen su desarrollo y orígenes en las orillas del lago Tauca? Sin duda las modificaciones del clima influyeron en la población obligándola a migraciones y movimientos que aun tienen que ser estudiados.
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