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14 diciembre 2011 a las 21h56 por fanlorengirl -
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LA LEYENDA DORADA Y EL ORIENTE BOLIVIANO

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LA LEYENDA DORADA Y EL ORIENTE BOLIVIANO

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Líneas cambiada 12-77 desde:

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Las fundaciones de Asuncíon
















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Ñuflo De Cháves fundador de Santa Cruz de la Sierra




























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Santa Cruz desarrollo, estructura interna y funciones de una ciudad de los llanos tropicales

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                               PAULA PEÑA HASBUN DE CASTEDO

Historiadora. Docente y encargada del museo Histórico de la universidad Gabriel Rene Moreno de Santa Cruz.

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Paula Peña Hasbun de Castedo

Historiadora. Docente y encargada del museo Histórico de la universidad Gabriel Rene Moreno de Santa Cruz.

Líneas borrada 25-68:
  • CONQUISTA POR EL RÍO DE LA PLATA

En 1515, Juan Díaz de Solís, recorriendo la costa del Océano Atlántico descubrió el Río de la Plata. Años después, en 1526, Sebastián Caboto penetro por el mismo y remonto los ríos Paraná y Paraguay, llegando hasta el Bermejo. En esta expedición, Caboto encontró los primeros objetos de metal y conoció la “noticia rica”, por parte de los nativos de la zona. A partir de este momento, comenzó a desarrollarse la idea obsesiva de que entrando por el Río de la Plata, se encontraría un reino con grandes riquezas, la “Sierra Rica”.

Los objetos de plata que obtuvo Caboto de los indígenas fueron los que Alejo García había traído desde el Perú. Alejo García fue un naufrago de la expedición de Solís, y aunque algunos niegan su existencia, otros afirman que llegaron hasta los Andes y a su vuelta al Atlántico fue muerto por los indios. Hay que recordar que entonces el Perú todavía no se había descubierto. Estos objetos de plata fueron los que dieron origen al mito, motor de las penetraciones por el Río de la Plata e incluso el nombre al río descubierto por Solís.

Las noticias de ciudades fabulosas y pobladas, más los informes sobre el peligro de la actividad colonizadora portuguesa en la zona del Río de la Plata, hicieron que la Corona española, en 1535, nombrara al primer Adelantado del Río de la Plata, don Pedro de Mendoza, con el objetivo de conquistar y poblar todo el territorio. En 1536 fundo Nuestra Señora Santa María del Buen Aire, desde donde salieron expediciones por los ríos Paraguay y Paraná dirigidas por Juan de Ayolas, Domingo Martínez de Irala y Juan de Salazar. Este ultimo fundo Asunción en 1537, a orillas del río Paraguay, Ayolas desapareció en una de las expediciones.

La muerte, prematura, de Pedro de Mendoza y la desaparición de Ayolas hicieron que Martínez de Irala quedara como gobernador. Este desdoblo Buenos Aires y estableció el gobierno en Asunción, convertida en el centro de conquista y colonización de la región.

El segundo Adelantado y Gobernador del Rio de la Olata, Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, lleago a Asunción en 1542, habia realizado la entrada desde la costa atlantica por tierra, descubriendo en el trayecto las cataratas del Iguazú. En esta expedición venia Don Ñuflo de Chaves. Durante su gobierno (1542-1544). Cabeza de Vaca trato de someter a las tribus de sus alrededores y ordenar la gobernación, lo que obviamente era contrario a la voluntad conquistadora de Irala y sus seguidores. La oposición de los intereses del gobernador con los de Irala creo un ambiente de hostilidad entre los asuncenos, que termino con una revuelta; en ella depusieron a Cabeza de Vaca enviándolo preso a España. Irala quedo de nuevo al mando de la gobernación hasta su muerte en 1556.

La idea de encontrar el Dorado o el Paititi obsesiono a Irala y a Ñuflo de Chaves. Desde Asunción organizaron varias expediciones hacia el Noroeste con el fin de encontrar el Dorado. Irala envió a Chaves a Lima para entrevistarse con Pedro de La Gasca, pacificador del Perú, y anunciarle que conocían la ruta hacia el Dorado o Gran Mojo, solicitándole ayuda. La respuesta de La Gasca fue negativa, prohibiéndoles incluso realizar nuevas expediciones.

A pesar de la prohibición, Chaves dirigió una nueva expedición con el objetivo de establecer un punto de partida mas al Norte de Asunción y , en 1559 fundo Nueva Asunción, a ochocientos kilómetros de la primera. Desde allí se dirigió a Lima y consiguió que el virrey Andrés Hurtado de Mendoza instituyera la Gobernación de Mojos, en 1560, que incluía Matto Groso, Mojos y Chiquitos, fue nombrado gobernador y como se encontraba en Chile nunca hizo uso de su cargo. Ñuflo de Chaves quedo como Teniente Gobernador logrando así independizarse del núcleo asunceno y organizar nuevas expediciones.

  • LA CONQUISTA DESDE CHARCAS

A partir de 1539, partieron desde Perú y Charcas diferente expediciones hacia el Este y Sureste, impulsadas por el deseo de hallar y conquistar el reino del Gran Mojo, que suponían más rico aun que el Perú y, además del objetivo de llegar al Atlántico o Mar del Norte.

En 1557 Andrés Manso salió hacia el Sureste y fundo a orillas del río Parapetí o Condorillo, Santo Domingo de la Nueva Rioja. Toda la zona descubierta pro Manso se la conoció con el nombre de Llanos de Manso, que corresponde al actual Chaco.

La penetración, al mismo tiempo, de Chaves y de Manso trajo una serie de querellas por el dominio del territorio que finalizaron, en 1564, con la muerte de Manso y la destrucción de Nueva Rioja por los chiriguanos.

  • FUNDACION DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA

La búsqueda de “tierras ricas” y pobladas era mas ilusión que realidad. El espejismo cautivador del mito del Dorado, Gran Mojo o Paititi, llevo a Chaves a fundar un punto de partida desde donde alcanzar esas tierras. El 26 de febrero de 1561 fundó Santa Cruz de la Sierra, a orillas del Sutos, al pie de las colinas Riquió y Turubó, a pocos kilómetros donde actualmente se encuentra San José de Chiquitos.

Esta nueva ciudad, desligada de Asunción, se convirtió en la nueva base de partida de las expediciones. Sin embargo la “tierra rica” no era hallada y su ubicación variaba cada vez. Los cruceños habían llegado a la conclusión de que debían seguir la ruta de Chiquitos. Chaves realizó una tercera fundación. La Barranca, a orillas del río Guapay. La conquista y asentamiento en esta zona fue básicamente militar, ya que curiosamente la Iglesia no estuvo presente en la fundación y repartición de encomiendas.

Santa Cruz de la Sierra estaba rodeada de tribus que no permitían su normal desenvolvimiento: al Este los itatines, al Norte los chiquitos, al Oeste los chiriguanos y yuracares y al Sur los morotocos. De todas estas tribus los chiriguanos fueron las más belicosos e indómitos, impidiendo así las comunicaciones con el Occidente.

Chávez murió en 1569, durante una expedición hacia tierras de lo itatines. Con la llegada del Virrey Francisco de Toledo a Lima, se decidió convertir a Santa Cruz de la Sierra en un centro de acción contra las tribus peligrosas, principalmente los chiriguanos, que ponían en peligro el funcionamiento de Charcas y la minería en Potosí. En la medida en que la “Tierra rica” no fue encontrada y por la propia evolución de la política colonial y las relaciones con los portugueses, Santa Cruz fue convirtiéndose en una ciudad de frontera, en un núcleo militar ofensivo-defensivo.

El capitán Juan Pérez de Zurita fue nombrado Gobernador de Santa Cruz de la Sierra (1572-1580), con la misión de apaciguarse a los chiriguanos y refundar Nueva Rioja y La Barranca, destruidas por aquellos. La política del Virrey Toledo, ordenada al gobernador Pérez de Zurita, procuraba la reducción de los chiriguanos y la pacificación de la zona, lo que obviamente se oponía a los intereses cruceños de continuar con las expediciones descubridoras. Por tales motivos los cruceños se rebelaron y destituyeron a Pérez de Zurita.

En 1581 fue nombrado gobernador Lorenzo Suárez de Figueroa, quien debía fundar una población entre Santa Cruza de la Sierra y Charcas, entre las que había 140 leguas de distancia. Así que fue que en 1590, Suárez de Figueroa fundo a orillas del Río Guapay la ciudad de San Lorenzo el Real, que cinco años después se traslado a los Llano de Grigota. Esta nueva ciudad paso a ser la capital de la gobernación de Santa Cruz de la Sierra (nombre utilizado desde 1570). El otro núcleo poblacional, Santa Cruz, se traslado los primero años del Siglo XVII (1601-1604) a un lugar conocido como Cotoca. San Lorenzo el Real absorbió rápidamente la población de Santa Cruz la Vieja y de Santa Cruz la Nueva de Cotoca. En 1622 Santa Cruz se traslado a su actual ubicación, a orillas del Río Piraí, y se la llamo indistintamente Santa cruz de la Sierra, San Lorenzo el Real de Frontera o de la Barranca.

Durante todo el siglo XVII, Santa Cruz fue adquiriendo la fisonomía de una ciudad fronteriza, básicamente militar; a pesar de ello las expediciones continuaron, por mas de un siglo, exigiendo gran esfuerzo y pero cada vez con menores probabilidades de éxito. El carácter de una ciudad de frontera, se fortaleció con las constantes invasiones de los “bandeirantes” que venían de las colonias portugueses en busca de mano de obra para el desarrollo de su economía. Los cruceños ayudados por los indios chiquitos se encargaban de la defensa de la zona y de la gobernación.

La principal actividad económica de los cruceños era la producción agrícola. Durante el siglo XVI, se exporto algodón y sus derivados, arroz y azúcar. Durante el siglo XVII, se exporto principalmente azúcar, pero las comunicaciones hacia Occidente eran difíciles, lo que encarecía tanto las exportaciones como importaciones de productos. La comunidad cruceña era pobre pero se autoabastecía. La pobreza era el resultado de su obsesión expansiva; del carácter ofensivo-defensivo que imponía la presencia portuguesa y el peligro chiriguano y, finalmente por su ubicación geográfica, tan distante y alejada de los dos océanos.

En 1605, el Papa Paulo V creó el obispado de Santa cruz de la Sierra, con capital en San Lorenzo el Real. La erección del Obispado fue un factor importante en la supremacía que tuvo San Lorenzo el Real frente a Santa Cruz. Los obispos nunca llegaron hasta su capital, preferían quedarse en Mizque, justificando su decisión por el mal clima y las incomodidades que presentaba. La creación del Obispado obedecía también a la creencia de que existía territorios muy poblados, que al descubrirse seria necesaria su evangelización. Hay que esperar la actividad misionera de la Compañía de Jesús para el doblamiento de Mojos y Chiquitos y el consiguiente desarrollo económico de la región.

06 septiembre 2011 a las 18h22 por fanlorengirl -
Líneas añadidas 1-125:

(:title La Leyenda Dorada Y El Oriente Boliviano:)


LA LEYENDA DORADA Y EL ORIENTE BOLIVIANO

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Las fundaciones de Asuncíon
















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Ñuflo De Cháves fundador de Santa Cruz de la Sierra




























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Santa Cruz desarrollo, estructura interna y funciones de una ciudad de los llanos tropicales

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                               PAULA PEÑA HASBUN DE CASTEDO

Historiadora. Docente y encargada del museo Histórico de la universidad Gabriel Rene Moreno de Santa Cruz.

El oriente boliviano fue descubierto y conquistado por dos vías distintas, una que vino desde el Río de la Plata y otra desde el Perú (Charcas). Ambas fueron impulsadas por las noticias de un gran mito, que prometía alcanzar un reino de inmensas riquezas: metales, piedras preciosas, tierras fértiles y muy poblado, que se unía a la ilusión de los conquistadores de encontrar la riqueza que le negaba su patria.

Este mito fue conocido con diferentes nombres: Gran Mojos, el Dorado, Paititi, Candire, Tierra Rica o Noticia Rica. Su origen lo encontramos en el afán de los conquistadores de encontrar las riquezas que de una vez podían acabar con su pobreza. El mito se fue desarrollando entre los que descubrieron el Perú y quedaron insatisfechos con el reparto del botín de Cajamarca y Cuzco, y entre lo que penetraron por el Río de la Plata y conocieron la “noticia rica” de los indios de la zona.

El mito del Dorado o Gran Mojos no solo fue creído por los conquistadores, hombres de poca cultura, sino también por las autoridades y hasta por los religiosos. Todos llegaron al Oriente boliviano con la esperanza de obtener de riquezas metálicas; sin embargo, el mito tenía para cada uno de ellos diferente significado. Para los soldados y conquistadores significaba obtener riqueza y status; para los religioso, mercenarios y jesuitas, significaba nuevas almas que convertir a la fe y, para las autoridades, extender el imperio y hacerse dignos de títulos nobiliarios y beneficios económicos.

  • CONQUISTA POR EL RÍO DE LA PLATA

En 1515, Juan Díaz de Solís, recorriendo la costa del Océano Atlántico descubrió el Río de la Plata. Años después, en 1526, Sebastián Caboto penetro por el mismo y remonto los ríos Paraná y Paraguay, llegando hasta el Bermejo. En esta expedición, Caboto encontró los primeros objetos de metal y conoció la “noticia rica”, por parte de los nativos de la zona. A partir de este momento, comenzó a desarrollarse la idea obsesiva de que entrando por el Río de la Plata, se encontraría un reino con grandes riquezas, la “Sierra Rica”.

Los objetos de plata que obtuvo Caboto de los indígenas fueron los que Alejo García había traído desde el Perú. Alejo García fue un naufrago de la expedición de Solís, y aunque algunos niegan su existencia, otros afirman que llegaron hasta los Andes y a su vuelta al Atlántico fue muerto por los indios. Hay que recordar que entonces el Perú todavía no se había descubierto. Estos objetos de plata fueron los que dieron origen al mito, motor de las penetraciones por el Río de la Plata e incluso el nombre al río descubierto por Solís.

Las noticias de ciudades fabulosas y pobladas, más los informes sobre el peligro de la actividad colonizadora portuguesa en la zona del Río de la Plata, hicieron que la Corona española, en 1535, nombrara al primer Adelantado del Río de la Plata, don Pedro de Mendoza, con el objetivo de conquistar y poblar todo el territorio. En 1536 fundo Nuestra Señora Santa María del Buen Aire, desde donde salieron expediciones por los ríos Paraguay y Paraná dirigidas por Juan de Ayolas, Domingo Martínez de Irala y Juan de Salazar. Este ultimo fundo Asunción en 1537, a orillas del río Paraguay, Ayolas desapareció en una de las expediciones.

La muerte, prematura, de Pedro de Mendoza y la desaparición de Ayolas hicieron que Martínez de Irala quedara como gobernador. Este desdoblo Buenos Aires y estableció el gobierno en Asunción, convertida en el centro de conquista y colonización de la región.

El segundo Adelantado y Gobernador del Rio de la Olata, Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, lleago a Asunción en 1542, habia realizado la entrada desde la costa atlantica por tierra, descubriendo en el trayecto las cataratas del Iguazú. En esta expedición venia Don Ñuflo de Chaves. Durante su gobierno (1542-1544). Cabeza de Vaca trato de someter a las tribus de sus alrededores y ordenar la gobernación, lo que obviamente era contrario a la voluntad conquistadora de Irala y sus seguidores. La oposición de los intereses del gobernador con los de Irala creo un ambiente de hostilidad entre los asuncenos, que termino con una revuelta; en ella depusieron a Cabeza de Vaca enviándolo preso a España. Irala quedo de nuevo al mando de la gobernación hasta su muerte en 1556.

La idea de encontrar el Dorado o el Paititi obsesiono a Irala y a Ñuflo de Chaves. Desde Asunción organizaron varias expediciones hacia el Noroeste con el fin de encontrar el Dorado. Irala envió a Chaves a Lima para entrevistarse con Pedro de La Gasca, pacificador del Perú, y anunciarle que conocían la ruta hacia el Dorado o Gran Mojo, solicitándole ayuda. La respuesta de La Gasca fue negativa, prohibiéndoles incluso realizar nuevas expediciones.

A pesar de la prohibición, Chaves dirigió una nueva expedición con el objetivo de establecer un punto de partida mas al Norte de Asunción y , en 1559 fundo Nueva Asunción, a ochocientos kilómetros de la primera. Desde allí se dirigió a Lima y consiguió que el virrey Andrés Hurtado de Mendoza instituyera la Gobernación de Mojos, en 1560, que incluía Matto Groso, Mojos y Chiquitos, fue nombrado gobernador y como se encontraba en Chile nunca hizo uso de su cargo. Ñuflo de Chaves quedo como Teniente Gobernador logrando así independizarse del núcleo asunceno y organizar nuevas expediciones.

  • LA CONQUISTA DESDE CHARCAS

A partir de 1539, partieron desde Perú y Charcas diferente expediciones hacia el Este y Sureste, impulsadas por el deseo de hallar y conquistar el reino del Gran Mojo, que suponían más rico aun que el Perú y, además del objetivo de llegar al Atlántico o Mar del Norte.

En 1557 Andrés Manso salió hacia el Sureste y fundo a orillas del río Parapetí o Condorillo, Santo Domingo de la Nueva Rioja. Toda la zona descubierta pro Manso se la conoció con el nombre de Llanos de Manso, que corresponde al actual Chaco.

La penetración, al mismo tiempo, de Chaves y de Manso trajo una serie de querellas por el dominio del territorio que finalizaron, en 1564, con la muerte de Manso y la destrucción de Nueva Rioja por los chiriguanos.

  • FUNDACION DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA

La búsqueda de “tierras ricas” y pobladas era mas ilusión que realidad. El espejismo cautivador del mito del Dorado, Gran Mojo o Paititi, llevo a Chaves a fundar un punto de partida desde donde alcanzar esas tierras. El 26 de febrero de 1561 fundó Santa Cruz de la Sierra, a orillas del Sutos, al pie de las colinas Riquió y Turubó, a pocos kilómetros donde actualmente se encuentra San José de Chiquitos.

Esta nueva ciudad, desligada de Asunción, se convirtió en la nueva base de partida de las expediciones. Sin embargo la “tierra rica” no era hallada y su ubicación variaba cada vez. Los cruceños habían llegado a la conclusión de que debían seguir la ruta de Chiquitos. Chaves realizó una tercera fundación. La Barranca, a orillas del río Guapay. La conquista y asentamiento en esta zona fue básicamente militar, ya que curiosamente la Iglesia no estuvo presente en la fundación y repartición de encomiendas.

Santa Cruz de la Sierra estaba rodeada de tribus que no permitían su normal desenvolvimiento: al Este los itatines, al Norte los chiquitos, al Oeste los chiriguanos y yuracares y al Sur los morotocos. De todas estas tribus los chiriguanos fueron las más belicosos e indómitos, impidiendo así las comunicaciones con el Occidente.

Chávez murió en 1569, durante una expedición hacia tierras de lo itatines. Con la llegada del Virrey Francisco de Toledo a Lima, se decidió convertir a Santa Cruz de la Sierra en un centro de acción contra las tribus peligrosas, principalmente los chiriguanos, que ponían en peligro el funcionamiento de Charcas y la minería en Potosí. En la medida en que la “Tierra rica” no fue encontrada y por la propia evolución de la política colonial y las relaciones con los portugueses, Santa Cruz fue convirtiéndose en una ciudad de frontera, en un núcleo militar ofensivo-defensivo.

El capitán Juan Pérez de Zurita fue nombrado Gobernador de Santa Cruz de la Sierra (1572-1580), con la misión de apaciguarse a los chiriguanos y refundar Nueva Rioja y La Barranca, destruidas por aquellos. La política del Virrey Toledo, ordenada al gobernador Pérez de Zurita, procuraba la reducción de los chiriguanos y la pacificación de la zona, lo que obviamente se oponía a los intereses cruceños de continuar con las expediciones descubridoras. Por tales motivos los cruceños se rebelaron y destituyeron a Pérez de Zurita.

En 1581 fue nombrado gobernador Lorenzo Suárez de Figueroa, quien debía fundar una población entre Santa Cruza de la Sierra y Charcas, entre las que había 140 leguas de distancia. Así que fue que en 1590, Suárez de Figueroa fundo a orillas del Río Guapay la ciudad de San Lorenzo el Real, que cinco años después se traslado a los Llano de Grigota. Esta nueva ciudad paso a ser la capital de la gobernación de Santa Cruz de la Sierra (nombre utilizado desde 1570). El otro núcleo poblacional, Santa Cruz, se traslado los primero años del Siglo XVII (1601-1604) a un lugar conocido como Cotoca. San Lorenzo el Real absorbió rápidamente la población de Santa Cruz la Vieja y de Santa Cruz la Nueva de Cotoca. En 1622 Santa Cruz se traslado a su actual ubicación, a orillas del Río Piraí, y se la llamo indistintamente Santa cruz de la Sierra, San Lorenzo el Real de Frontera o de la Barranca.

Durante todo el siglo XVII, Santa Cruz fue adquiriendo la fisonomía de una ciudad fronteriza, básicamente militar; a pesar de ello las expediciones continuaron, por mas de un siglo, exigiendo gran esfuerzo y pero cada vez con menores probabilidades de éxito. El carácter de una ciudad de frontera, se fortaleció con las constantes invasiones de los “bandeirantes” que venían de las colonias portugueses en busca de mano de obra para el desarrollo de su economía. Los cruceños ayudados por los indios chiquitos se encargaban de la defensa de la zona y de la gobernación.

La principal actividad económica de los cruceños era la producción agrícola. Durante el siglo XVI, se exporto algodón y sus derivados, arroz y azúcar. Durante el siglo XVII, se exporto principalmente azúcar, pero las comunicaciones hacia Occidente eran difíciles, lo que encarecía tanto las exportaciones como importaciones de productos. La comunidad cruceña era pobre pero se autoabastecía. La pobreza era el resultado de su obsesión expansiva; del carácter ofensivo-defensivo que imponía la presencia portuguesa y el peligro chiriguano y, finalmente por su ubicación geográfica, tan distante y alejada de los dos océanos.

En 1605, el Papa Paulo V creó el obispado de Santa cruz de la Sierra, con capital en San Lorenzo el Real. La erección del Obispado fue un factor importante en la supremacía que tuvo San Lorenzo el Real frente a Santa Cruz. Los obispos nunca llegaron hasta su capital, preferían quedarse en Mizque, justificando su decisión por el mal clima y las incomodidades que presentaba. La creación del Obispado obedecía también a la creencia de que existía territorios muy poblados, que al descubrirse seria necesaria su evangelización. Hay que esperar la actividad misionera de la Compañía de Jesús para el doblamiento de Mojos y Chiquitos y el consiguiente desarrollo económico de la región.
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