Attach:imagenoruro.jpg Δ Vista de la ciudad de Oruro
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En Oruro no hubo, como en Potosí, un descubrimiento súbito de la plata, pues para nadie era un misterio que se la había estado explotando en pequeñas cantidades desde mediados del siglo XVI.
Las cosas cambiaron a comienzos del siglo siguiente, cuando por ejemplo, se encontró una veta (pie de Gallo) de una vara de ancho y muy alta ley. Para entonces, ya se hallaban instalados en el Asiento de Oruro un buen número de españoles, quienes destacaron a un procurador a Lima solicitar la concesión de 500 indios de mita.
Después de un pleito de jurisdicciones con la Audiencia de Lima que, por muerte del virrey Gaspar de Zuñiga y Acevedo, gobernaba el Perú, los Oidores de la Audiencia de la Plata comisionaron al Oidor Manuel de Castro y Padilla par que fundara en Oruro una Villa con el nombre de San Felipe de Austria. Era el año de 1606. el 1º de noviembre, Castro y Padilla procedió a la fundación, y nombro a las primeras autoridades.
Hubo un tiempo en que se creyó que la producción de la minas de Oruro superaría a las del Cerro de Potosí, pero solo se trato de un efímero “boom”. Mientras tanto, en tres años, la villa contaba con cerca de un centenar de pobladores españoles, cinco órdenes religiosas y las minas daban alrededor de 200mil pesos de quintos para la Corona. A pesar de las alegaciones de la Audiencia de Lima sobre la legitimidad de la fundación, la existencia de San Felipe de Austria quedo como un hecho consumado e irreversible.
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