En medio de ambas tendencia se desarrolló una tercera, denominada “nacional” que se caracterizó por tratar temas nacionales, el hombre, el paisaje, la fauna característica, en diversas expresiones, sin la polarización estética de los otros dos grupos. Sus protagonistas más destacados son: Marina Núñez del Prado (1910-1995) y Ted Carrasco (1933), escultores, Fernando Montes (1930), Enrique Arnal (1932), y Herminio Pedraza (1935), pintores.

En la década de 1970, perdida la vigencia de los sociales y abstractos, la tendencia nacional vino a definir el arte boliviano, más aun con la aparición de jóvenes artistas portadores de temas y expresiones nuevos, fundamentalmente dedicados a la recuperación del alma del hombre, del indígena y del mestizo, sus costumbres y mitos, sin dejar la denuncia contra las dictaduras y la injusticia social. Sus protagonistas más importantes son: Luis Zilveti (1939), Gonzalo Ribero (1941), Gustavo y Raúl Lara (1940), Gastón Ugalde (1946), Marcelo Callaú (1946), Fernando Rodríguez Casas (1946), Roberto Valcárcel (1951), y Edgar Arandia (1951).

La fotografía hizo su aparición en Bolivia poco después de su descubrimiento en 1840. Los primeros fotógrafos fueron pintores como Manuel Ugalde y Melchor María Mercado. Las primeras expresiones fotográficas fueron retratos individuales y de grupo, que se usaron mucho como recordatorios. Destacaron: Villalba, los Hermanos Valdez, y Zegada. Posteriormente se manifestó el sentido documental de la fotografía, registrando paisajes urbanos, muy usados por los pintores para realizar grandes cambios, como García Mesa. Ese sentido documental se acentuó a fines del siglo XIX y principios del XX, con el trabajo de misioneros religiosos como el padre Gianechine, o de antropólogos y científicos como Nordenskióld, Posnansky, Diez de Medina, etc. Durante la guerra del chaco la fotografía jugo un importante papel documental y periodístico, que le caracteriza desde entonces. De la primera mitad del siglo XX se recuerda a fotógrafos como: Gismondi, Cordero, Germán Rojas. Importante rol has desempeñado fotógrafos populares trashumantes registrando la vida de los pueblos, de feria en feria.

Se han publicado importantes libros ilustrado con fotografías, como el “Centenario de la Republica”, 1925, “Bolivia” de Gerstmann, 1928; “Bolivia sus tipos y bellezas“de Kirchhoff, 1942; el “IV Centenario de La Paz”, 1948: “Arriba y Abajo” de Hans Ertl, 1953, etc., y en los últimos años obras cada vez más atractivas, realizadas ya con impresión en color sobre algunas regiones o sobre cultura (Bolivia Mágica, 1994, Las Misiones Jesuíticas, 1995). En las últimas décadas, la fotografía desempeña un importante papel en el proceso creativo de artistas plásticos como Maria Luisa Pacheco, Valcarcel, Ugalde, etc., y se manifiesta también como un medio de expresión artística valido por si mismo, en exposiciones, libros, etc.

Los museos son entidades tardías en Bolivia. Melchor Maria Mercado organizo hacia 1845 el primer museo con especimenes artístico-culturales y de historia natural. Un “Museo Publico” fue creado en 1911 con colecciones de historia natural, etnología y arqueología, que con el tiempo dieron lugar a lo que hoy es el Museo Nacional de Arqueología, y de modo semejante la colección formada en 1948, dio lugar en 1964 al Museo nacional de Arte, ambos en La Paz; mientras que la “Pinacoteca Colonial” organizada en 1945, en Potosí, dio lugar al Museo de la Casa de Moneda. Actualmente existen en Bolivia 49 museos que tienen colecciones de diversa índole. Como museos de arte destacan: El Museo Nacional de Arte, y la Casa Museo Núñez del Prado en La Paz, el museo Charca y el Museo Histórico de la Casa de la Libertad, en Sucre, y el Museo Nacional de la Casa de Moneda en Potosí. Son muy importantes los museos religiosos como: los de la catedrales de La Paz, Sucre y Santa Cruz; los conventuales de Santa Teresa y San Francisco, en Potosí y Santa Clara, en Sucre.