Carlos Soria Galvarro
Periodista, director del centro de documentación e información. (CEDOIN). Es el autor de la recopilación, El Che: Documentos y Testimonios (5 volúmenes).
Por una extraña casualidad del destino, un muchacho argentino recién graduado en medicina estaba en La Paz, comenzando una azarosa gira terrestre por América Latina, en momentos en que un puñado de jóvenes rebeldes asaltaban infructuosamente en Cuba el Cuartel “Moncada”, dando inicio a un movimiento político de vastas repercusiones, era el 26 de julio de 1953.
Al joven medico le impresionaron poderosamente los acontecimientos que entonces tenían lugar en Bolivia y los recuerdos, todavía frescos, de la insurrección del 9 de abril de 1952. Pudo ver en las calles tumultuosos desfiles de obreros y campesino armados. También visito los Yungas y algunos centros mineros. Impactado por el paisaje paceño, en carta a su madre diría: “La Belleza formidable del Illimani difunde su suave claridad eternamente nimbado por ese halo de nieve que la naturaleza le presto por siempre…”
Tres años más tarde, y luego de correr muchas aventuras por varios pises, Ernesto Guevara de la Serna, que así se llamaba el argentino, se incorporo al grupo de jóvenes rebeldes cubanos, comandados por Fidel Castro. Estos, sin desalentarse por su fracaso de 1953, preparaban desde México un desembarco en la isla de Cuba par desencadenar la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista. “Mi futuro está ligado a la revolución cubana. O triunfo con ésta o muero allá” había escrito a sus padres.
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