El prestigio profesional situaba en la elite social a quienes tenían algún grado de instrucción académica. Entre ellos hay que situar en un primer nivel, los sacerdotes, los abogados y los médicos graduados. En un segundo nivel, los abogados sin titulo, los escribanos y los cirujanos. Los cirujanos prácticos, que ejercían también el oficio de barberos porque ejercían también ese oficio, estaban mas ligados a los artesanos.
Los que ejercían el Derecho y la Medicina, tenían tres grados, bachillerato, licenciatura y doctorado. Al igual que le “don” o el “doña”, el grado o titulo se volvía un elemento inseparable del nombre. La gran mayoría de los abogados eran Licenciados, el Bachillerato tenía poco prestigio y el Doctorado era un grado poco común y elevado. Los médicos no contaban con un base económica institucional como los abogados, quienes podían encontrar puestos importantes en cualquier ciudad, había muy pocos médicos y solamente podían ejercer la profesión en los hospitales de las ciudades, mediante el nombramiento del Virrey. En Potosí, en el siglo XVI, había solamente un medico por cada 800 indios.
Los sacerdotes constituían también la elite de la sociedad colonial porque eran hombre educados y con múltiples potencialidades. Recibían sueldos considerables, al principio de la colonización, sobre todo si el encomendero lo quería mantener en su encomienda enseñando la doctrina a sus indios. Los doctrineros procuraban permanecer en la encomienda solamente hasta conseguir un mejor lugar de trabajo; por lo general buscaban vicarias y otro empleo urbano estable.
Después, con el ingreso de las órdenes religiosas, la labor evangelizadora quedo en manos de los respectivos superiores, aunque también hubo clero secular.
A la audiencia de Charcas llegaron ordenes de dominicos, franciscanos, mercenarios, agustinos, jesuitas, quienes fundaron misiones, colegios y conventos en las ciudades de La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz, quedando, por lo tanto, la educaciones manos de los religiosos, distinguiéndose entre ellos los Jesuitas, que fundaron colegios en La Paz y Chuquisaca, y en esta ultima la Universidad de San Francisco Xavier.
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