Attach:lossuyos.jpg Δ LOS 4 CUATRO SUYOS DEL IMPERIO INCA Y SUS POBLACIONES
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En el Ecuador, Perú y Bolivia y en una extensión continua de 3.500 Km. se desarrollaron las altas culturas andinas. El clima de altura, más sano que el de los llanos, y las fuertes lluvias favorecieron la densidad de población. Por su parte, el cambio de climas húmedos y secos, fríos y cálidos dentro de espacios reducidos y la diversidad de las formas de terreno como ocurre en el área andina, fueron un reto a sus habitantes que en el transcurso de siglos construyeron relaciones geográfico-culturales. (Troll 1958:5).
Los pueblos que habitaban la región andina no constituyeron una unidad racial, nacional o idiomática alguna. Los aymaras, que constituían el grueso de la población, tampoco formaron una sola unidad sino mas bien numeroso señoríos, pero dadas las características geográficas y poblacionales no ha podido formarse ninguna región cultural andina cerrada (Troll 1958:6) por lo que importantes rasgos se encuentran en todas ellas.
Encontramos en el siglo XVI una gran presencia aymara salpicada de Puquinas y Urus, principalmente, que son una muestra de la situación prehispánica.
ORDENAMIENTO DE LOS SEÑORIOS AYMARAS
Urcusuyu Umasuyu
Canchis Canchas
Canas Canas
Collas Collas
Lupacas ---
Pacajes Pacajes
Carangas ---
Quillacas ---
Caracara ---
--- Charcas
--- Chichas
Cuis ---
Soras Soras
Cuadro elaborado en base a Bouysse (1987);
del río (1989) y Schramm (1991)
La región de puna colinda con los pueblos de la selva que viven en las laderas andinas cubiertas de boques y en las llanuras orientales. Este límite constituye el linde cultural más neto e importante de toda América prehispánica: una “frontera” indígena. Aunque, de acuerdo a investigaciones actuales, parece que la relación de los grupos d puna con los de la selva fue mucho mas fluida de la que se pensó. Sin embargo, volviendo a la idea de “frontera”, de hecho los grupos del oriente forman parte de un espacio cultural diferente y con relación de los grupos de puna con los de la selva fue mucho más fluida de la que se pensó. Sin embargo, volviendo a la idea de “frontera”, de hechos los grupos del oriente forman parte de un espacio cultural diferente y con relaciones de conflicto con el área cultural incaica.
Algunos logros comunes de los pueblos de altura fueron la adaptación de cientos de variedades de productos agrícolas, especialmente de papa y maíz. Por otra parte, fue esencial la selección de algunos animales de uso domestico, mientras que otros fueron mantenidos en estado silvestre. La crianza de la llama, en este sentido, coincide casi exactamente con el área cultural andina (Troll 1958).
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