Attach:monedapotosina.jpg Δ Moneda potosina de 8 reales (1574-1577). Ensayador: Alonso Rincón. COLE
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A la par de las disposiciones referidas a sus instituciones jurídicas, los españoles trasladaron a estas tierras indianas un completo sistema de pesos y medidas. A su divulgación contribuyeron, sin duda, los regidores o inspectores municipales que a su cargo tenían el velar por la observancia de las disposiciones al respecto, bajo el nombre de “fiel contraste”, “marcador”, o simplemente “contras te”.
Las medidas para los áridos, granos o frutos secos eran de una complicada relación entre si. La Fanega de Ávila equivalía a 62 kilos, la Carga a 92 kilos y la arroba de 11,50 kilos o 25 libras y cada libra de 460 gramos.
Las medidas de longitud correspondían al tiempo en que el hombre pretendía medir con su cuerpo el espacio que lo rodeaba, en pulgadas, dedos, pies, codos y brazos. Así, tres pies romanos hacían una Vara de Burgos, es decir 838 milímetros.
Casi todas estas medidas están todavía vigentes en nuestro medio, pero ninguna de mayo, persistencia y arraigamiento en el uso cotidiano que el Marco de Castilla, sobre todo para los metales preciosos, cuyo origen se remonta a los albores de este milenio en que los alemanes ejercieron hegemonía continental en la producción de la plata, procedente de sus ricos así como dispersos yacimientos. Dando lugar a que tanto la técnica como la terminología que estos usaban en sus explotaciones y cecas se difundiese como referencia obligada a todos los mineros de la Europa medieval. A esta circunstancia debemos añadir la concertación en Colonia de la plata que el Rin recogía, de los centros mineros, en su largo recorrido, convirtiéndola en el mayor y mas dinamito centro comercial y de acuñación de la Edad Media.
El Rey Alfonso X El Sabio (1252-1284), no podía sustraerse a esa influencia germana, al contrario, deseaba “europeizarse” para alejarse de las medidas y pesos usados bajo la denominación musulmana, así que instauro el Marco de Colonia como patrón de medidas de peso que desde entonces hasta hoy mantienen en vigencia. “En los pesos- decía el Rey- ponemos al Marco de ocho onzas, y en la onza la media, la cuarta y la ochava. Que en la libra hayan dos marcos, que son diez y seis onzas y ponemos la arroba en que haya veinticinco libras. En el quintal cuatro arrobas que son cien libras”.
De esta forma y mediante esa disposición toma cuerpo en la industria minera y el comercio de España y las Indias el Marco de Colonia, llamado también de Castilla o Alfonsín. Toda la producción de la plata de Potosí esta registrada en Marcos de 230 gramos. Su conversión al sistema decimal es muy sencillo por cuanto basta multiplicar los Marcos por 230 gramos y luego dividirlos por mil para obtener de este modo los kilos.
EL MARCO DE CASTILLA Y SUS EQUIVALENCIAS
230 Gramos
8 Onzas
½ Libra
64 Ochavas
384 Tomines
4.608 Granos
Aun hoy en día los plateros establecen el peso de la plata en Marcos de Castilla y en general los campesinos en sus transacciones comerciales piden que la mercadería transada sea en marcos, al que llaman Achupalla, indicando “Achupallanu Pesapuay” (Péselo en marcos).
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