Attach:RetratoDeAntonioLópezDeQuiroga.jpg Δ Retrato del rico azoguero Antonio Lopéz de Quiroga pintado en 1660 por un autor anónimo
Attach:TroquelesDeLaCasaDeLaMoneda.jpg Δ Troqueles de la casa de la moneda
|
Al leer las paginas de Arzans Orzua y Vela es difícil establecer donde empieza la fantasía y donde termina la realidad que aplaque nuestra curiosidad histórica y al mismo tiempo determine los parámetros que nos permitan cuantificar “las riquezas incomparables de su famoso Cerro” tal como sugiere el insigne historiador. Porque mal se puede parangonar la producción de plata de Potosí con los niveles alcanzados actualmente a escala mundial, ni muchos menos las cifras estadísticas escuetamente reseñadas pueden dar una valoración exacta de su importancia económica, menos todavía pretender comprar el poder adquisitivo de la plata en el siglo XVII con los niveles de consumo del siglo XX.
Solo puede establecerse la importancia del aporte argentífero potosino a la economía mundial ubicándolo en el contexto mismo de aquella época en que el continente europeo en su totalidad confrontaba una verdadera “hambruna monetaria”, España, en los cincuenta años anteriores al descubrimiento de América, apenas pudo acuñar un promedio de diez y seis kilos de plata anualmente, conformando un cuadro de recesión crónica que reducía al igual y en forma sistemática rentas salarios, y por consiguiente los precios de alimentación y manufacturas.
Las monedas en circulación llamadas Blancas por su contenido de plata, eran en realidad piezas negras de medio gramo de peso y de escaso poder adquisitivo. Todos los reinos europeos acuñaban monedas de cobre, estaño o latón, agravando aun más la situación creada por la falta de metales preciosos. Próximo al descubrimiento de América el Concejo Municipal de Barcelona informaba que había dejado de acuñar monedas por falta de plata, indicando además que esta carencia no era un problema que afectaba únicamente al Condado de Barcelona ya que estos son asuntos que afectan a todo el universo.
No es por lo tanto difícil imagina, para no bordear los limites de la fantasía, lo que debió representar para la economía española y europea, la llegada ya no de decenas, ni centenas, sino miles de kilos de plata. Debiendo señalarse además que la plata quintada, o sea que había sido registrada para deducir el Quinto Real, equivalía entre el 65 y 75% de la plata producida, por cuanto la diferencia que escapaba al control fiscal, por destinarse a la ornamentación de los templos, el uso suntuario domestico o el contrabando, según los funcionarios, constituía una seria “averia” a las arcas reales.
Lo cierto es que el impacto de la plata potosina, amonedada o no, habría de tener efectos muy parecidos a los del shock petrolero de la década de los setenta, en que preciso, valores y monedas empezaron a volar como si estuviesen colocados en una cámara de vacío. Enriqueciendo a pocos, empobreciendo a muchos, pero desde ese entonces la economía mundial ya no seria la misma.
|