Attach:juanmatienzo.jpg Δ Juan De Matienzo, Oidor de la Audiencia de La Plata, quedó con el cargo de haber sido el inspirador de muchas de las medidas tomadas por el virrey Toledo
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Su presencia en Charcas tuvo por objeto revisar el funcionamiento del sistema de la mita minera en el cerro de Potosí y tomar medidas frente a los asedios chiriguanos contra las poblaciones del sudeste de Charcas.
'-Para comenzar, dictó una serie de ordenanzas (hoy formarían todo un código)acerca del cateo y descubrimiento de minas, registros, labores de explotación en los socavones, pleitos procedimientos judiciales, desmontes y pago de los indios mineros. Como no podía ser de otra manera, todas las disposiciones iban a facilitar el aumento de la explotación de la plata.'
El trato a los indios yanaconas fue objeto de otro cuerpo legal y procedimental, así como las atribuciones del "defensor general de los naturales" o las formas para la elección de alcaldes, regidores, quipo-camayos para los pueblos de indios.
Para un eficiente funcionamiento del sistema, los indios debían vivir congregados en reducciones y "se derriben las casas viejas que tuvieran en otras partes.
En las ordenanzas estaban prescritos desde el número de ovejas que debía tener como máximo una comunidad, hasta los términos en que debía ser dedactado un testamento, o la prohibición de que los indios jueguen con naipes a dados. De no creerlo.
Algo realmente inspirado en ese inmeso aparato administrativo y burocrático creado en la misma península por el rey Felipe II.
Para que hablar de las cartas de cuarenta o mas folios que Toledo enviaba a su Sacra Católica Real Majestad sobre el gobierno espiritual, para avisarle minucias como el matrimonio del Oidor Haro en La Plata o de una hija de Juan de Matienzo con Francisco de Aguirre, o el número de indios bautizados en la provincia de Chucuito y que Felipe talves leía prolijamente en los sombríos salones de El Escorial con un mapa en la mano para localizar lugares con nombres tan extraños como Checacupe, Paria o Yamparáez o la conspiración fraguada por los vecinos de La Paz para matar al virrey a su paso por la ciudad, informaciones que Su Sacra Majestad tenía que leer palabra por palabra, porque de todas las posesiones de su imperio no había entonces ninguna que valiese tanto como Potosí y ese cerro que parecía hecho íntegro de plata.
A.C.R
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