'-La guerra del Pacifico puso al ejército boliviano frente a una tarea para la cual no se hallaba preparado, su prolongado protagonista en la vida política del país lo había alejado de una de las funciones específicas para las cuales había sido creado: la defensa del territorio nacional. La derrota frente a los chilenos, no solo significo la pérdida territorial que ha traumatizado a la nación entera; sino también, el desplazamiento de los militares del poder y la introducción de un sistema parlamentario solidó. No se trato de un ajuste de cuentas entre civiles y militares como pretenden hacer ver algunos autores, lo que sucedió fue que después del triunfo del librecambismo, la hegemonía de la oligarquía minera era tan grande, que no tuvo ningún inconveniente en prescindir de los caudillos militares para canalizar sus demandas, esta oligarquía comprendió que era la hora de tomar el control del aparato estatal en sus manos y dio fin a la era del caudillismo. El ejército asumió dócilmente la defensa del poder oligárquico; sin embargo nuevos síntomas de descomposición se avizoraban en el cuerpo social, la pugna regional bajo la bandera del federalismo no tardo en desatar un clima de violencia, en que el ejército retomo por algún tiempo la preponderancia que le había sido arrebatada.-